SI UN DÍA MI MANO TE SUELTA.
Si un día mi mano te suelta y la vida en mí se agota:
Recuérdame bonito y déjame dormir en las estrellas
No invoques la tristeza, búscame en tu sonrisa.
Si sientes que el dolor te aprieta en mi ausencia, abraza tu almohada, ten con ella una extensa charla.
Si llegas a sentir que amarme duele, búscame en nuestras conversaciones, escucha nuevamente:
«Tu me has salvado, no me has perdido, porque todo lo que soy se queda contigo».
Si mis palabras no te sirven, cierra tus ojos y escucha tus latidos, ahí está mi nido, mi refugio eterno que no conoce de olvidos.
“Vivo en tu recuerdo, vivo en cada latido de tu corazón, vivo en cada momento feliz que me invocas cuando me echas de menos, vivo en cada día que te levantas y seguiré viviendo cuando tú vivas, seguiré viviendo en cada una de tus sonrisas, seguiré consolándote en cada una de tus lágrimas y seguiré ayudándote a cicatrizar tus heridas y a romper tus barreras esperándote hasta que llegue el momento. Yo no me voy a ningún sitio, simplemente estoy de viaje en otro destino como lo es la vida, pero siempre estoy a tu lado y te aguardo hasta que tu reloj se detenga, porque la vida no es más que eso, un tiempo que que debes aprovechar sabiendo que todo tiene su fin y que por ello se debe vivir plenamente.
No malgastes el tiempo que te queda llenándote de tristeza por mí, llénalo de nuevo de ilusiones, vivencias y cosas maravillosas que puedas hacer en mi nombre, porque te amo, porque te acompaño, porque sí.”
Nuestros seres amados que hoy físicamente ya no se encuentran con nosotros permanecen en una realidad donde su esencia sigue viva más allá de las limitaciones físicas.
Para la mente, la muerte es el fin total de algo o de alguien, sin embargo, la transición espiritual es el modo en que la parte eterna de todo aquello que alberga vida puede evolucionar y formar parte de algo todavía más importante y superior.
Es cierto que dejarás de verlos con tus ojos, de escucharlos con tus oídos, de tocarlos con tus brazos y de olerlos con tu olfato, pero si vas más allá de los sentidos físicos, serás capaz de conectar con ellos, podrás soñarlos, sentirlos y serás capaz de percibir que forman parte de una vida eterna que siempre ha estado y siempre estará.
Recuerda que todos, absolutamente todos y cada uno de nosotros sin excepción, tenemos una fecha de partida, así que hasta que llegue tu turno, sé feliz y aprovecha el tiempo con los que todavía siguen a tu lado y con las personas que quedan por llegar.
Autor desconocido
