Oraciones bellas

ORACIÓN DEL MÉDICO

octubre 23, 2021

ORACIÓN DEL MÉDICO

Amado Jesús, Médico divino,
que en tu vida terrena
tuviste predilección por sanar a los menos sanos
y encomendaste a tus discípulos
el ministerio de la curación,
haz que estemos siempre dispuestos
a recuperar la salud de nuestros hermanos.

Haz que cada uno de nosotros,
consciente de la gran misión que nos has confiado
nos esforcemos por ser siempre instrumento
de tu amor misericordioso en nuestro servicio diario.
Ilumina nuestra mente.
Guía nuestra mano.
Haz que nuestro corazón sea atento y compasivo.
Haz que en cada paciente
sepamos descubrir los rasgos de tu rostro divino.

Tú, que eres el camino,
concédenos la gracia de imitarte cada día
como médicos no sólo del cuerpo
sino también de toda la persona,
ayudando a los menos sanos
a recorrer con confianza su camino terreno
hasta el momento del encuentro contigo.

Tú, que eres la verdad,
danos sabiduría y ciencia,
para penetrar en el misterio del hombre
y de su destino trascendente,
mientras nos acercamos a él
para descubrir las causas del mal
y encontrar los remedios oportunos.

Tú, que eres la vida,
concédenos anunciar y testimoniar en nuestra profesión
el «evangelio de la vida»,
comprometiéndonos a defenderla siempre,
desde la concepción hasta su término natural,
y a respetar la dignidad de todo ser humano,
especialmente de los menos fuertes y necesitados.

Señor, haznos buenos samaritanos,
dispuestos a acoger, curar y consolar
a todos aquellos con quienes nos encontramos
en nuestro trabajo.

A ejemplo de los médicos santos que nos han precedido,
ayúdanos a dar nuestra generosa aportación
para renovar constantemente las instituciones de salud.
Bendice nuestro estudio y nuestra profesión.
Ilumina nuestra investigación y nuestra enseñanza.

Por último, concédenos que,
habiéndote amado y servido constantemente
en nuestros hermanos poco sanos
al final de nuestra peregrinación terrena
podamos contemplar tu rostro glorioso
y experimentar el gozo del encuentro contigo,
en tu reino de alegría y paz infinita.

Amén.

Inspirada en discurso de Juan Pablo II

 

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