Enseña a tu hija
Enseña a tus hija que volver a casa después de un matrimonio fallido, es mejor que volver a casa en un ataúd.
Enséñales a las mujeres que amas, que un adiós no es un fracaso, que terminar una relación significa iniciar una nueva vida, que salir de un circulo vicioso es una victoria para el corazón, que cortar de raíz un vínculo emocional tóxico, es un acto de amor propio.
Hazles saber a tus hijas, hermanas, tías, sobrinas y a todas tus amigas, que tienen toda una vida por delante, que el brillo en su alma no podrá apagarlo nadie, que no se pierde nada cuando la dignidad es la que se defiende, que lo bello de levantar la mirada es observar las cosas valiosas que no podíamos ver, que solamente al movernos podemos escuchar el ruido de las cadenas.
Diles que siempre tendrán tu apoyo incondicional, que sin importar lugar, fecha o conflicto, tendrán abiertas las puertas de tu casa, diles que a tus brazos podrán acudir las veces que lo necesiten, que la distancia no es problema, que toda la vida estarás allí, no para juzgarlas o culparlas, si no para entenderlas, escucharlas, aconsejarlas y amarlas.
Diles que regresarán a casa como guerreras, valientes, dignas, inquebrantables y fuertes.
Que una mujer que está tratando de recuperar la confianza, fortaleza o autoestima, es una persona que merece miles de aplausos y es inspiración para alguien que está a punto de tomar la decisión de tomar las riendas de su mente, cuerpo y vida.
Háblale a tu hija de la importancia del amor propio, de que la paz interior no es negociable, que los principios e ideales no están a la venta, que está prohibido cerrar los ojos ante los primeros indicios de violencia, que nunca debe permitir que le corten sus sueños, que sus alas valen mucho más que un hombre.
Dile a tu hija que tiene voz propia, que puede decidir por ella misma, que tiene un nombre y apellido, que tiene una gran familia que jamás le dará la espalda, que tiene una casa y un hogar.
Enseñale a tu hija que lo primero es el amor propio.
Autor desconocido
