EL ABUELO O ABUELA
Papá, quiero que me digas, ¿por qué está triste el abuelo?
¿Por qué saca su pañuelo para secarse las lágrimas cuando cree que no le vemos?
¿Por qué ya no está feliz, y solo cuando le beso a la vuelta del colegio, yo le veo sonreír?
Dime tú, ¿por qué papá? ¿A dónde lo vais a llevar?
Yo te escuché la otra noche cuando hablabas con mamá, decir que al abuelo ya le falla la memoria y que estáis buscando un lugar donde lo puedan cuidar.
El niño miró a su padre buscando una explicación.
Y el padre se conmovió, al ver en los ojos del pequeño un infinito dolor.
Y el chico seguía insistiendo: «Papá… ¿por qué? Dímelo.
«Hijo, el abuelo está mayor y necesita cuidados y una especial atención.
Lo llevaremos a un sitio donde estára bien cuidado.
En un centro para ancianos estará mucho mejor.
Yo no lo dudo papá. En ese lugar yo sé que lo cuidarán.
Pero estará rodeado de extraños sin el calor familiar.
Porque… ¡Un centro no es un hogar! Tú decías la otra noche cuando hablabas con mamá, que el abuelo ya está torpe, que ya tropieza con todo y que apenas puede andar.
Y en estas circunstancias en casa no puede estar.»
¿Tú no recuerdas papá, quién te enseñó a caminar?
¿Quién te levantó del suelo mil veces cuando caías?
¡Era el abuelo, papá!» Yo también te oí decir cuando hablabas con mamá, que ya estábas muy cansado de ver como él ya derrama la comida, porque le tiemblan las manos…»
Es lo mismo que tú hacías cuando eras un bebé.
Y fueron él y la abuela quien te daban de comer».
Ellos a ti te cuidaron desde que tú eras un niño y no te podías valer.Ahora las circunstancias han cambiado. Y hoy, es a ti, quien te necesita él.
Papá, no te lleves al abuelo del entorno familiar. Deja que acabe sus días en su casa o en la nuestra.Ya le queda poca vida y se merece vivirla donde mismo tú creciste, en el calor de un hogar.
Pues la vida es una noria que no para de girar.
Hoy, él está abajo y tú arriba, pero mañana recuerda que el abuelo tú serás. Y tú me vas a enseñar con lo que hagas con él, lo que yo el día de mañana contigo tengo que hacer.
El padre miró a su hijo con lágrimas de dolor, y estas palabras le dijo: Tan pequeño como eres hoy me has dado una lección. Y esa lección es tan grande que he cambiado de opinión.
El abuelo ya se queda con nosotros»esa es mi decisión».
Buscaremos mil ayudas de
personal competente, colaboraremos todos.Y haremos feliz al abuelo hasta que Dios se lo lleve cuando lo llame la muerte.
Porque todo lo que soy, lo soy gracias al abuelo. Y lo que yo haga por él, antes él lo hizo por mí. «Por eso yo se lo debo». A todos los que son hijos hoy les quiero recordar, que un día serán abuelos.
«No lo olviden jamás…»
Para que no se repita la HISTORIA .