Actitud

BUENOS HÁBITOS 

febrero 2, 2014

Buenos habitos.. que maravilla..

Por: Laura Aguilar Ramírez

Normalmente elegimos el inicio de año para hacernos algunos propósitos.

Seguramente ésto tiene que ver con la esperanza que todo inicio trae a nuestras vidas.

Si alguna vez te has hecho algún propósito, te habrás dado cuenta que no es igual iniciarlo en cualquier momento, aunque debería ser así.

Todo inicio es una nueva esperanza. Asi que éste año he decidido iniciar un año de aprendizaje o re aprendizaje de buenos hábitos.

Sucede que he dejado de practicar muchos buenos hábitos y con ello, he perdido mucho.

Pues bien, he decidido readquirir ésos hábitos.

Y he decidido que la mejor manera de hacerlo, es retomarlos tal y como los aprendí. Poco a poco.

Ir reaprendiendo un hábito por mes.

Y una vez dominado uno, empezar con el otro sin dejar el primero.

De ésta manera, me propongo retomar un régimen de vida sano.

Mis metas para éste año son 6. Y como ya las he practicado, he decidido seguir haciéndolas todas al mismo tiempo, pero enfocándome a una de ellas durante 2 meses hasta que ésa se me haga rutina, sin preocuparme tanto si las otras no puedo hacerlas tan bien.

Una vez readquirida ésa habilidad, empezaré con la siguiente. Asi, los siguientes dos meses estaré haciendo bien dos habilidades y las otras 4 sin enfocarme tanto en ellas.

Para fin de año, deberé estar practicando las 6 habilidades, logrando con ello, adquirir una rutina de buenos hábitos que lleven salud a mi vida física, moral y espiritual.

Una rutina de vida incluye éstos ámbitos: Alimentación para el cuerpo y el alma.

Ejercicios para el cuerpo y el alma.

Una rutina de vida incluye llenar nuestros 5 sentidos: sentido del tacto, sentido del oido, sentido del gusto, sentido de la vista, sentido del olfato de buenas cosas.

Los sentidos son los medios que tenemos para percibir a los demás. Y para que los demás nos perciban.

Una rutina de vida incluye llenar nuestra parte espiritual. Para ello, los mismos sentidos nos auxilian. La moral y la espiritualidad van muy unidas.

Digamos que la espiritualidad se refleja en la moral y ésta, en nuestros actos.

Si lleno mi vida de cosas buenas, seguramente estaré dando a los demás, cosas buenas.

Y ésa es la finalidad de la vida. Una vida sin finalidad, simplemente no es vida.

Estas son mis metas para reeducarme éste año:

ENERO-FEBRERO——————–Rutina de alimentación.

MARZO-ABRIL————————Caminar 1 hora diaria

MAYO-JUNIO————————- Rutina de ejercicio y cuidado para todo el cuerpo

JULIO-AGOSTO———————– Rutina de belleza diaria

SEPTIEMBRE-OCTUBRE————Rutina de oración

NOVIEMBRE-DICIEMBRE———-Ejercicios espirituales

Ahora bien, para el logro de todos éstos hábitos y rutinas, tengo varios auxiliares.

Primero- Buscar aquello que me sirva para lograrlo. Esto incluye buscar programas, rutinas y adecuarlas a nuestras capacidades y habilidades. Me explico:

Para las rutinas que me he propuesto lograr, he buscado en varios medios y me he enfocado en aquellas adecuadas a mi edad, a la experiencia que ya tengo en varias de ellas. Y las he adecuado a mis propias capacidades y habilidades. Esto es, no pueden ser las mismas para todos. No tengo la misma capacidad de una persona muy joven o de un atleta en cuanto a ejercicios, o no tengo la misma capacidad de una persona que nunca ha orado o que se dedica a la vida religiosa.

De ésta manera, he ido tomando de un lado y de otro, aquello que puedo realmente hacer.

Es muy importante para lograr éxito en cualquier actividad o propósito que se desee: Fijarme metas alcanzables.

No puedo fijarme metas más allá de mis capacidades o habilidades. Si deseo otras metas, debo estudiar o prepararme para ellas.

Otra cuestión muy importante es tener una finalidad.

¿Para qué quiero yo adquirir el hábito de alimentarme bien? Para tener una mejor salud.

¿Para qué quiero tener el hábito de hacer ejercicio? Para tener una mejor salud, una mejor movilidad de mi cuerpo.

¿Para qué deseo una rutina de oración? Para mantener mi vida espiritual.

¿Para qué deseo realizar ejercicios espirituales? Para practicar aquello que he aprendido.

¿Para qué deseo realizar una rutina de belleza? Para verme mejor y sostener mi autoestima

Segundo – Organizar mi día, de tal manera que pueda cumplir mis propósitos. Esto incluye por supuesto, el llevar un horario y cumplirlo fielmente. Me explico:

Una rutina de vida es personal. El horario que fije debe adaptarse a mi vida, no mi vida a un horario. El horario que fije debe pues adaptarse a mis capacidades, edad, vida personal, vida profesional, etc. No puede ser el mismo horario para alguien muy joven, estudiante y soltero, que el horario para una persona que trabaja, que está casado con hijos pequeños, que el horario de una persona que trabaja, está casado con hijos mayores o el horario de una persona que no trabaja.

Tercero- No ser demasiado severa conmigo misma, pero tampoco permitirme el relajamiento. Como quien dice, «ni tanta cera al santo que lo queme, ni tan poca que no lo alumbre»

Tal vez te sorprenda el pedirme no ser tan severa conmigo misma y es que yo tiendo a hacerlo. Esto puede llevarme a exigirme demasiado y criticarme demasiado si no lo logro.

Debo tener en consideración que fuera de mí hay cuestiones que pueden impedirme el cumplir mis metas o no. Por ejemplo:

Si me propongo caminar una hora diaria…. y está lloviendo, seguramente no podré hacerlo. Esto no puede hacerme sentir mal ni sentir que no logro mis fines.

Y algunas veces, tiendo a relajarme demasiado.

«Total, si hoy no lo hago pues ni modo….mañana lo haré». Y así me la llevo, sobre todo en aquellas actividades que no me agradan mucho.

Debo considerar que la adquisición de hábitos, incluye muchas veces cosas que no me agradan mucho porque implican un sacrificio más allá de lo que deseo.

Y es muy bueno fijarme metas así, porque me ayudan a crecer. Por ejemplo, el realizar ejercicio no me agrada mucho, por éso lo incluí en los hábitos que deseo reaprender.

Para ayudarme a lograr mis propósitos, legí metas más fáciles para el principio de año y dejé para después las más difíciles.

Si yo quiero empezar a hacer ejercicio sin haber adquirido primero el hábito de caminar, me va a costar mucho realizarlo.

Si quiero hacer ejercicios espirituales, sin adquirir antes el hábito de orar no podré adquirirlo realmente.

Cuarto- Poner todas mis capacidades y habilidades en mis propósitos. Sin falsa humildad porque éso sería sabotearme a mí misma, pero también con plena conciencia de mis limitaciones actuales.

¿Qué habilidades y capacidades poseo que he adquirido anteriormente y que pueden serme útiles en mis propósitos?

El amor a mí misma y a los demás

El deseo de servir

El hábito de la lectura

La habilidad y facilidad que tengo para escribir

La habilidad y facilidad que tengo para aprender.

La habilidad y facilidad que tengo para realizar ejercicio

La habilidad y facilidad que tengo para comunicarme con los demás.

etc.

Si tú amigo/a deseas realizar junto conmigo ésta readquisición de buenos hábitos o deseas adquirir otros, espero consideres tus propias capacidades, tus propias habilidades.

¿Cuáles son nuestras capacidades?

La capacidad sería como el tener una bolsa que debemos ir llenando.

No siempre tenemos la misma bolsa. O no tenemos la misma capacidad siempre; las capacidades van cambiando y no tenemos una sóla capacidad, sino tantas capacidades como habilidades poseemos. A cada habilidad corresponde una capacidad.

Nuestra «bolsa» va aumentando a medida que vamos avanzando en la adquisición de un hábito.

Si nunca has hecho ejercicio, seguramente tu capacidad de ejercitarte, es más baja que la de una persona que sí lo ha hecho.

Si nunca has leido seguramente tu capacidad para leer es más baja que alquien que si lo ha hecho.

¿Porqué es importante conocer nuestras capacidades?

Para fijarnos metas adquiribles, para no frustrarnos.

¿Cuáles serían nuestras habilidades?

La disposición natural que tenemos cada persona para realizar alguna actividad.

Yo no tengo muchas habilidades en las cuestiones físicas como son el ejercicio, por ejemplo.

En cambio tengo muchas más habilidades en las cuestiones emocionales o de aprendizaje, como serían la lectura, la escritura, la oración, etc.

¿Porqué es importante conocer nuestras habilidades?

Para fijarnos metas accesibles, para reconocer nuestras limitaciones y adquirir Tolerancia.
¿Podemos aprender nuevas habilidades?

El hecho de no tener determinadas habilidades no quiere decir que no podamos adquirirlas. Eso sería limitarnos a nosotros mismos. Al nacer, todos poseemos la misma capacidad para adquirir las mismas habilidades.

El porqué unos poseemos unas y otros, otras, depende de la genética, la herencia y el ambiente en que nos desarrollamos, nos dice la Psicología.

Yo estoy convencida que depende de la voluntad de Dios en nuestras vidas y del Plan que El tiene para la Humanidad como creación suya.

Ahora bien, Dios nos da siempre la libertad de elección. El respeta nuestro Libre Albedrío, nuestros gustos. Lo que El hace es santificarlos, hacerlas sanas y buenas para nosotros y por lo tanto, para los demás.

Para adquirir nuevas habilidades, tenemos que hacer aquello que hicimos para adquirir las que ya poseemos: practicarlas y ser constantes en ello.

Para retomar las que hemos perdido, necesitamos simplemente retomarlas y volverlas a practicar.

Bueno… espero que Dios nos conceda aquello que necesitemos para lograr nuestros propósitos.

Amén.

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