Mamá

SANAR A MAMÁ

mayo 12, 2024

Carta para sanar a mamá

A partir de hoy no te juzgaré, ni criticaré, ni recriminaré tus acciones. En su momento hiciste lo que tenías que hacer y hoy comprendo que nadie te enseñó a ser mamá. Hoy tomo las riendas de mi vida y me responsabilizo por ella.

Te doy gracias por darme la vida, por llevarme en tu vientre, por darme ese espacio por 9 meses, por darme la bienvenida a este mundo y en especial, por dejarme ser tu hija.

Hoy puedo darme cuenta que tú eres la mamá que tenías que ser, para que yo trabajara y sanara a ese niño(a) herido que he tenido en mí por tantos años. Hoy entiendo que ya es el momento de hacerme cargo de el y te libero a ti de esa carga que te he impuesto de curar y rescatarla.

Perdóname por no saber ver que tú también tienes tus miedos y tus propias heridas emocionales y por creer que solo se trataba de ti, cuando también se trataba de mí. Discúlpame por la parte de la historia que a mí me corresponde y no responsabilizarme de ello.

Te pido perdón si me quise ir de tu vida, si me fui, si te lastimé, por no querer saber de ti, por olvidarte, por no estar para ti, pero sobre todo por no honrarte, ni amarte lo suficiente.

Te agradezco por las experiencias, los recuerdos, las risas, las lágrimas, las caricias y también por lo que no hubo, todo eso es parte de lo que soy hoy. Con ello y sin ello me han formado y forjado para repetir o para corregir en mi propia vida.

Hoy es el momento perfecto para soltar, para decir, para escribir, para llorar, para gritar, para callar, para recordar y para olvidar, porque hoy sé que es el momento de amarte, porque en ese amor está implícito el amor que me debo a mí, al respetarte me respeto a mí y al comprometerme contigo lo hago conmigo.

Hoy decido vivir la vida que merezco, que requiero y que deseo, porque hoy es el día perfecto, ni ayer ni mañana solo HOY.

Hoy decido conscientemente sanar contigo para poder vivir mi propia vida en amor y armonía. Hoy suelto el dolor y abro mi corazón para recibir amor y me declaro libre para crecer, evolucionar y reconciliarme conmigo mismo y contigo. Sé que el amor habita en mí por lo que ahora sé que yo soy suficiente y dejo de buscar aprobación externamente y reconocimiento. A partir de hoy dejo de buscar agradar a todo mundo, a ser lo que “debo ser”, en ponerme al último y no voy a permitir abusos y sufrir por los demás.

Cada día trabajo internamente para aceptarte en mi corazón con tus virtudes y defectos, sin expectativas, sin esperar que cambies, ni que te des cuenta, ni que lo reconozcas, pues esa es la verdadera libertad en mí.

Hoy me hago cargo de esa niña(o) interno para cuidar y amar. Para darle protección, cariño, armonía, paz, tranquilidad, ganas de vivir.

Gracias mamá por haberme dado la vida y te perdono. Hoy comprendo que nadie te enseñó a amar, nadie te enseñó a ser mamá. Te entrego tu forma de ser, actuar, hablar y pensar. Tuviste tus razones para hacer lo que hiciste y por eso no te juzgo, pues así te enseñaron y así aprendiste. Te perdono mamá, te perdono. Hoy te entrego lo que es tuyo y que no me corresponde, para quedarme solo con lo que es mío, y puedes quedarte con tus propias cargas, porque sé que tú puedes con todas las situaciones que has elegido en tu vida.

Decido estar en paz contigo, porque así estaré en paz conmigo, yo soy paz en ti y en mí. Yo decido honrar tu vida tal y como fue, porque así honro la mía tal y como es. Hago una reverencia a tu esencia, porque igual lo hago con la mía. Te respeto tal y como eres, gracias por darme la vida y libero el seguir con la culpa, el desamor, el reproche.

Elijo la felicidad, el amor propio, y disfrutar la vida al máximo, y te pido permiso para cambiar lo que considere necesario, para cambiar el rumbo y tomar mis propias decisiones para nuestro más alto bien. Me amo con todo mi corazón y disfruto inmensamente vivir. “

Fuente- Balanceemocional.

Si quieres compartir esta reflexión:

You Might Also Like

error: El Tren de la Vida