Las 7 Oraciones Milagrosas para cada día de la Semana
LUNES
¡Oh Señor! Líbrame de todo mal, consuélame en mi aflicción. ¡Oh Señor! Ayúdame y socórreme en todas mis necesidades, mis miserias, mis empresas y mis peligros. Líbrame de todas las oposiciones, emboscadas y enemigos. Dame tu bendición Señor, que con sólo Tu palabra has creado todas las cosas. Que la bendición del Señor este siempre conmigo. ¡Así sea!
MARTES
Que la bendición del Señor al consagrar el pan y repartirlo entre sus discípulos, esté siempre conmigo. Que la bendición de los Angeles, Patriarcas, Apóstoles y Todos los Santos, esté siempre conmigo. Que la bendición del Señor me sostenga y me proteja; que Su eterna bondad me guíe. ¡Así sea!
MIERCOLES
¡Oh Señor, ten piedad de mi! ¡Oh Señor; defiéndeme contra el enemigo y líbrame de todo mal! Que el Señor se digne concederme la gracia para triunfar sobre todos mis adversarios. Que el Señor me libere continuamente de todos mis males. Señor, socórreme y sálvame, Tú que me has redimido por Tu Cruz y Tu valiosa sangre. ¡Así sea!.
JUEVES
Señor, ilumina mis ojos con Tu verdadera luz a fin de que el sueño eterno no los cierre. Mientras el Señor está conmigo, no temeré en absoluto la maldad de mis enemigos. Oh señor, consérvame, ayúdame, sálvame. Que la sola pronunciación de Tu nombre, toda rodilla se doblegue, en el cielo, la tierra y en los infiernos. Sé, sin lugar a dudas, Señor, que en cuanto te invoque, en cualquier día y a cualquier hora, estaré salvado. ¡Así sea!.
VIERNES
¡Señor! Dulce sea Tu nombre. Nombre que fortalece el corazón del hombre; nombre de vida, de salvación y de alegría, precioso nombre, glorioso y agradable; nombre que fortifica al pecador; nombre que salva, conduce, gobierna y lo conserva todo; que te agrade, Señor, por la fuerza de este mismo nombre. Ilumíname a mí, que estoy ciego; a mí que estoy sordo, disipa mi sordera; lévantame, a mí que estoy cojo; devuélveme el habla, a mí que estoy mudo; a mí, que soy pecador, dame salud; devuélveme la vida, con el fin de que estando siempre en ti, alabándote, honrándote porque toda alabanza te es debida ya que eres el único digno de gloria. ¡Así sea!.
SÁBADO
Señor, se favorable, duce y propicio; concédeme un espíritu santo y voluntarioso a fin de que así te devuelva el honor y el respeto que te corresponde. Señor, guíame con Tu dulzura por el camino de la salvación eterna. Líbrame, Señor, de todas las plagas, de la pobreza y de las trampas de mis enemigos. Señor, que estas oraciones me protejan contra mis enemigos, contra todo mal y todo peligro. ¡Así sea!.
DOMINGO
Librame, Señor, de todos los males, pasados, presentes y futuros, tanto del alma como del cuerpo; dame, por tu bondad la paz y la salud. Concédemelas durante toda mi vida, a fin de que con la ayuda de tu misericordia no tenga nunca que temer ningún transtorno. Que la paz del Señor esté siempre conmigo. Que tu paz celestial, Señor, permanezca siempre entre yo y mis enemigos, tanto visibles como invisibles. Que la paz del Señor me ayude y me proteja en mi alma y en mi cuerpo.
¡Asi sea!
«En la oración estamos solos con el Señor»