La vida es un piano.
Las teclas blancas representan la felicidad
y las negras la angustia.
Con el paso del tiempo te das cuenta
que las teclas negras también hacen música.
Vivimos catalogando que las cosas buenas que nos suceden en nuestra vida, son maravillosas y las cosas malas son experiencias que es mejor olvidar y que tuvimos la mala suerte que nos sucediera.
Vamos con personas que aceptamos como buenas para nuestra vida y apartamos a las que catalogamos como malas o tóxicas.
Creemos que nuestra felicidad está en elegir.
Y no pensamos que lo que realmente apartamos, es lo que nos liberará de nuestros tormentos y sufrimientos.
Pensar que una vida tranquila es alejarnos de quien nos hirió y seguir nuestro camino con quien nos demostró nuestra manera de aceptar como correcto o válido, de lo que significaba amar… es el error que marcará nuestra vida.
Sabes que en el fondo quieres paz. Pero tu juicio te mantiene en conflicto. Amar con condiciones es aceptar al ego que reine nuestra vida.
Nos hará entender que solo hay momentos felices. La felicidad completa no existe.
Y tú lo creerás!!!
El ego se regocijará de su saber hacer… Y tú lo apoyarás hasta el momento de la VERDAD.
Porque realmente lo sabes.
El corazón no miente.
El momento de la verdad te hará libre.
Y aquellas personas que decidiste no volver a tener presente en tu corazón, serán las que te llevarán a entender tu propósito en la vida…
A entender que no existen personas, ni momentos malos.
Tan solo permítete entender que aquello que ENJUICIASTE es solo tu falta de amor hacia ellos.
Entender que el único AMOR VERDADERO, es el que decide comprender. El que decide perdonar. El que decide aceptar… es haber entendido el significado de tu existencia.
No hay árbol que no sea perfecto. Todo está en perfecto orden Divino.
No hay madres TÓXICAS. Tan solo hay que comprenderlas. Amarlas y llegar hasta su corazón.
Dios jamás hizo un amor tóxico. JAMÁS!!
Dios ama. Acepta. Y comprende más allá de nuestro saber entender…
DIOS ES AMOR.
Más allá de cualquier religión.
Dejar que nuestro corazón ame, es permitir dejar el juicio.
La mente siempre tendrá razones para separarnos y alejarnos de amar.
Podemos permitirnos de hallar paz en nuestra vida, teniendo una unión de nuestro corazón, con nuestra mente. Y esto ocurrirá cuando nuestros pensamientos, por encima de todo… sigamos viendo amor.
ESTO ES LA BENDICIÓN DE DIOS.
