EL ÉXODO DE LAS MUJERES
Ninguna mujer se va,
ellas son sacadas de las vidas de quien quieren,
ni una sola se va sonriendo,
ellas se alejan desmoronándose
se van muriendo.
Y aquella mujer que se queda
también se ha ido,
sólo que a diferencia de las otras,
ellas ya no sienten frío.
Y no es que se hayan resignado,
ocurre que se congelaron,
y siempre que llueve lloran
y cuando neva se desmayan
se callan
se solidifícan…
y caen más abajo que el piso.
Y no hay nada más frío y letal
que una mujer invierno
congelando el infierno que llamó hogar.
Una mujer no huye
ella enfrenta al miedo a tener miedo incluso,
y lucha
y lucha
aún y cuando el motivo se ve difuso.
Tiene heridas en cada mano
los ojos dañados
el pelo hecho mierd@
las uñas rotas
y la esperanza negra…
pero aún y con todo eso, ella lucha por la luz…
pero no digas que ella sólo se fue,
aguantó tornados
inundaciones
apocalípsis emocionales
y tus te amo cambiados por humillaciones.
ella no se fue
tú la corriste
la orillaste a lanzarse a un vacío
y sonreíste,
y si hoy tienes frío
es
por
que
ya
la
Perdiste.
Tomó sus harapos y corrió descalza
cayó y se raspó el alma,
nadie fue tras ella
a pesar de que miró hacía atrás,
ella tenía esperanzas
de que fuera sólo un mal sueño más.
Pero el silencio la empujó adelante
y siguió a la luna que la guió hasta otra tierra.
Allá sanó
y lamió su alma entera,
Fue exiliada de él lugar donde quiso vivir
y hoy a tí sólo te queda
mirarla pasar del otro lado de la acera.
Las mujeres no se van
son exiliadas
pero ellas una vez afuera no van a regresar jamás.
Autor desconocido