DIOS VA CONTIGO
Tú estás en medio de ese mar de circunstancias y problemas. Sientes y piensas que las aguas profundas te ahogarán, pero no olvides que Yo estoy contigo, soy tu Salvavidas, di mi vida por ti y siempre te cuido.
Mi protección no te abandona, aún cuando crees que el agua te está llegando al cuello. Ya vas llegando al otro lado, aunque tú crees que estás en medio de la nada y parece que está muy lejos el destino.
Porque miras a todos lados y no ves absolutamente nada, no hay indicios tan siquiera de una isla desierta donde puedas refugiarte.
Pero Dios cuida cada uno de tus pasos, ¡no temas! Las aguas no te ahogaran, el mar no te hundirá, ¡vas a llegar a tu destino! Con Dios siempre hay un puerto seguro.
Hay aguas negras que quieren contaminar tu alma y tu vida; pero Dios las purifica para que puedas seguir hacia adelante. Aunque tú veas que esas aguas están oscuras, clama a él y verás como las limpia.
Aún flotando podrás mantenerte a salvo, pero si desistes, si decides rendirte y no continuar el viaje, entonces si que te quedarás ahogado en medio de un lugar donde no existe nada bueno para ti.
¡Sigue caminando y aunque tengas miedo! Recuerda que detrás y delante de ti va Jesús el Nazareno.
Ese que hizo a Pedro caminar sobre el agua y en medio de la noche se presentó a sus discípulos para recordarles que estaba presente.
Y así como estuvo con Pedro y con sus discípulos, también está contigo. Sigue adelante con fe y verás que pronto llegarás.
Autora: Brendaliz Avilés