DECÁLOGO DE INICIO DE AÑO
1.- Nacemos solos, morimos solos, entenderlo, nos hará disfrutar y agradecer a cualquier compañía en el trayecto.
2.- Hay papeles tan importantes como circunstancias en la vida, ser padre/madre, hijo/hija, esposo/esposa, depende en mucho de las edades, pero el ser mujer ú hombre es el único papel que nos acompañará naturalmente hasta el final. .
3.- Entre más avanzamos en aptitudes, más envidias se provocan y no es personal, es tan solo el resultado de salirse de lo común, si quieres ser excepcional, acostúmbrate a ello.
4.- La felicidad no es un estado alterado, es tan solo, lo más parecido a la paz, producto de la auto-satisfacción de conciliar HOY, entre lo que queremos, debemos y podemos.
5.- A lo único que habrá que tenerle miedo, es al miedo, porque obstaculiza, paraliza y nos convierte en esclavos, pero a los miedos no se les evita, siempre se les afronta, conocer de que fueron hechos y donde les permitimos anidar. , nos permitirá desvanecer sus poderes.
6.- Cuando surga la duda entre hacer y dejar de hacer, elige hacer, los pecados de acción te traerán al menos experiencia, los de omisión siempre llevan a la culpa.
7.- No hay luchador que no salga herido, ni guerras que sean justificadas, hemos venido a conciliar a pactar entre nosotros y las dificultades, mayormente con nuestros semejantes.
8.- El mismo respeto que exigimos hacia nuestra vida, debemos darlo a cualquier ser viviente, habrá diferencias al exterior, pero cada uno lleva dentro de una conciencia que nos iguala, nos reconoce y nos obliga.
9.- No vamos buscando quien nos ame, estamos buscando en quien vaciar el amor que producimos, es ese el que nos asfixia y el que nos reclama, cuando se ama desinteresadamente y por la inteligencia de aceptarlo, ser queridos es tan solo la consecuencia .
10.- Hemos venido a ser felices, quien sufre demasiado obliga al corazón a retroceder, a ser indiferente y hasta malvado como defensa, solo la bondad nos salva, solo la compasión nos sana. Amar y por ende compartir, es tan solo nuestro estado natural y el único que evitará que la enfermedad pretenda salvarnos para dejar de sufrir.
