ATRÉVETE A ENTRAR
Y si osamos abrir la puerta, no la de todos los días donde la rutina se repite, esa puerta que te encierra en el que dirán, en las conveniencias en lo irreal.
Te hablo de aquella puerta añeja del desván que nos invita a entrar, que deseas hacerlo
pero es mas grande el miedo que paraliza tu ansia.
La puerta diaria, rutinaria, es la del ego esa que se refleja en la personalidad de en nuestras creencias la que busca mostrarme ante los demás.
Es la visión que muestra a mi pareja como pantalla de mi afan de felicidad, a mis hijos como fruto de mis logros ante la sociedad.
La puerta que simula un acercamiento a un dios que te dá libre albedrío para luego condenarte al fuego eterno por haberlo ejercido.
Un dios que inmola a su hijo para lavar nuestros pecados pero seguimos siendo pecadores, ¿quien fracasó en ese inútil sacrificio?
Que sataniza el acto sexual por que sabe que con ese acto vislumbras el DIOS que tu eres.
Cuan manchado queda ese acto divino de unión con la pareja con un triste el placer de pocos segundos orgásmicos.
Ahi, detrás de la puerta del desván encontrarás la verdad.
La palabrita FE ha sido tan convenientemente utilizada que nos impide acceder a la certeza de saber quien eres.
¿Te imaginas hablar con DIOS?¿Sentir su amor y vivir en él?
Cuanto miedo nos da solo de pensar esa posibilidad, preferimos un dios lejano allá en los cielos.
La mayoría cree que Dios puso los genitales para conducirnos al infierno, que realmente inmolo inutilmente a su primogénito, o te regaló tu libre albedrío solo como excusa para condenarte al averno.
Con cuanta ignorancia evitamos ese inexorable encuentro de
conocernos a nosotros mismos.
La vida no te frena. El universo no ignora tus deseos. El mundo no va en tu contra.
Sal de ése refugio que crees hallar al ser víctima.
Si piensas que no puedes, es tu alma diciéndote: «espera aún no es el momento».
Lo que parece un obstáculo infranqueable o un giro inesperado de los acontecimientos o incluso «mala suerte» es la forma que tiene tu alma de comunicarte: «No es tu camino, no es tu momento, no es tu aprendizaje».
Sóló detras de la puerta de tu desván podrás encontrar el camino que debes transitar.
Ahí está la causa de tus sombras, ahi puedes mirar la oscuridad guardiana de tus miedos, emociones, sentimientos, debilidades, enojos, tu llanto, tu risa.
Detrás de ese portón se encuentra la Luz que te hará libre bañandote en amor
y dulcemente irás
conociendote aceptandote y amandote.
Alzarás tu vuelo
volando en el vasto universo de tu profundidad.
Cuando sueltas y te liberas dejas de ser el ente que no asume riesgos por miedo a quedarse solo, que baja la cabeza aceptando ser sometido con tal de estar acompañado incrustando en su corazón a la persona y no al ser que ES,
VEN ATRÉVETE A ENTRAR
J. C. M. V.
