SUÉLTAME PARA QUE PUEDA ESTAR CONTIGO
Muchas personas se quedan atascadas o muy deprimidas, cuando pierden a un ser querido y es que no sueltan el cuerpo de este ser amado, para que se pueda ir al plano al que pertenece.
CUANDO UN ALMA DEJA SU CUERPO.
Cuando un alma deja su cuerpo biológico, sobreviene una expansión de consciencia, una sensación de inmensa paz y liberación.
Las almas nunca parten solas, nadie muere solo, por lo general son acompañados por familiares que partieron antes y que vienen a acompañarlos. También guías espirituales se hacen presentes para tranquilizarlos y acompañarlos en su trayecto.
Algunas veces son llevados a lugares de recuperación, sobretodo si se pasó por una muerte inmediata o por una larga y desgastante enfermedad. O si se tuvo una vida difícil.
La persona que abandona su cuerpo recibe y percibe con agrado nuestros pensamientos de agradecimiento por su vida.
Siempre podemos ayudarlos con nuestras palabras y pensamientos tranquilizadores para evitar su preocupación o apego a este plano.
El alma se despide una vez que siente y percibe que sus familiares están más tranquilos. Por lo general se hacen presentes en su cuerpo de energía a través de los sueños.
Lo que más necesita una persona al abandonar su base fisiológica es sentirnos y sabernos que vamos a estar bien.
El más grande regalo que podemos ofrecer a una persona cuando abandona su cuerpo es nuestra propia Paz y Energía Amorosa.»
Recuerda suelta el cuerpo de tu ser amado y que su energía se quede contigo en tu corazón.
Crédito a quien corresponda…
Desconozco al autor