𝐍𝐎 𝐋𝐎 𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀𝐍̃𝐀𝐒 𝐀 𝐄́𝐋
Sí, lo que lees.
NO lo extrañas él, extrañas el vacío que dejó y que no tienes idea de cómo llenar.
Te acostumbraste a los detalles, a los “te amos” a los “te ves hermosa” a los mensajes de buenos días y a sentirte indispensable en la vida de alguien.
Y no es que te cueste olvidarlo, porque mientras más piensas en olvidarlo más lo recuerdas; tampoco se trata de buscarte otro hombre que te haga sentir lo mismo, no se trata de que no haya otro como él, porque seguramente hay mejores; es solo que aún no te das cuenta de que no lo extrañas a él.
Te extrañas a ti.
Extrañas la mujer que te hacía sentir, lo mucho que sonreías con sus chistes tontos a la forma que se aceleraba tu pecho cuando recibías un mensaje suyo. Extrañas sentirte completa, dichosa, feliz, entusiasta y comprometida.
Le dejaste a él toda la responsabilidad de tu amor, de tu felicidad, de tu autoestima y tus estados de ánimo y hoy esa dependencia te está pasando factura, porque ahora que ya no está para decirte un te quiero por las noches, parece que se acaba el mundo.
¿Olvidarlo? Solo haría que eches a perder todo el aprendizaje que él tenía que dejar en tu vida, todo lo que tenía por enseñarte mientras estuvo contigo y todo lo que le debes agradecer por lo mejor mujer que te hará.
No importa si pasa una semana, un mes o un año; no se trata de olvidarlo y borrarlo de tu cabeza, no se trata de hacer que eso nunca pasó y que él nunca existió. Se trata de aprender la lección que la vida tenía preparada para ti, se trata de entender que ese vacío solo puedes llenarlo tú, se trata de darte cuenta que la responsabilidad de tu felicidad no depende de nadie más y que es solo tuya.
Tú no lo extrañas a él… extrañas a la mujer que eras cuando estabas con él y ha llegado el momento de recuperar a esa mujer.
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