Las cinco heridas que impiden ser
RECHAZO.
La experiencia de rechazo en la niñez origina el rechazo en la edad adulta, esa persona se rechaza a sí misma y a los demás, rechazando además experiencias placenteras y de éxito por el profundo sentimiento de vacío y por tener la creencia errónea de ser poco merecedor, culpando a los demás de ser rechazado sin darse cuenta que es el mismo el que se aísla creando así un circulo vicioso. Su principal tendencia será la de huir de las situaciones desagradables, no es muy sociable y tiende a abandonar lo que inicia.
ABANDONO.
Este se refleja en el miedo a la soledad, quien lo vivió tendera a abandonar los proyectos y parejas, hasta que acepte su carencia y se haga responsable de su vida y de su soledad, Su principal conducta es la de dependiente, su mayor temor es la soledad, no soporta estar a solas consigo mismo, y al final acaba estando solo, es retraído y no le gusta el contacto con los otros, genera un verdadero drama ante los otros por cualquier mínima situación y solicita el apoyo de los demás ante conflictos. Requiere trabajar sus temores más intensos, su miedo a la soledad y su rechazo al contacto físico.
HUMILLACION.
Las personas con esta herida pueden haber vivido experiencias de todo tipo de abuso, incluso el sexual o experimentaron ser ridiculizados, avergonzados, por su aspecto físico o sus actitudes o comportamientos. Son seres inseguros, tímidos, o indecisos, que en lo más profundo de su ser se sienten culpables o no creen tener derechos, incluso pueden dudar hasta de su derecho a existir. La conducta principal es la de ser dependiente, es orgulloso, rígido y masoquista, con cierto placer en el sufrir, necesita estar atado a otras personas y cargar con los problemas de los demás.
TRAICION.
Son seres desconfiados empedernidos, ya que no se permiten confiar en nada ni en nadie. Su mayor miedo es la mentira y la buscara inconscientemente al involucrarse en situaciones en las que irremediablemente será traicionado. Su principal conducta es la de controlador, le gusta tener el control sobre los demás para así evitar ser traicionado, su carácter es fuerte para justificar su capacidad de control y le gusta manejar grupos. Sus mayores miedos son el disociarse de sí mismo y separarse y perder a su pareja.
INJUSTICIA.
Quien sufre injusticia siente como el peor de los enojos la inequidad, es fácil identificarlos al observar las reacciones desproporcionadas o neuróticas ante algunas situaciones que considera injustas. Quienes tienen esta herida no pueden lidiar con situaciones injustas y sus reacciones tienden a la autodestrucción. Una de las características más importante es la de su gran temor a equivocarse y su tendencia a buscar la perfección, lo cual les trae mucha frustración. Su principal conducta es la rigidez, intentan ser muy importantes y proyectar fuerza y poder, fanáticos del orden, solo confían en si mismos, les gusta dar órdenes y dirigir.
_Manuel Gonzalez Bedmar