MAMÁ Y PAPÁ
Mamá y papá, por favor guarden esta carta en donde puedan volver a leerla cuando las cosas se pongan difíciles y se sientan sin fuerzas.
Mamá, papá, les pido que no tengan altas expectativas de mí como recién nacido o de ustedes mismos como padres.
Regálenme 42 días después de haber nacido, 42 días para que crezca y me desarrolle un poco; 42 días donde descanses, te relajes y mamá permita que su cuerpo vuelva a la normalidad.
• Por favor denme de comer cuando tenga hambre, pues nunca tuve hambre en el vientre y no conozco aún qué es el tiempo o eso de las «»horas»» que tanto hablan todos.
• Por favor cárguenme, abrácenme y llénenme de besos. Siempre estuve muy cerca dentro de mamá y nunca antes había estado solo; quizás tenga un poco de miedo.
• Perdónenme si lloro mucho.
No soy un «»malcriado»» como dicen por ahí y no vine a hacerte la vida imposible.
Es que la única forma en que puedo decirte que no estoy a gusto es con mi llanto, pues no sé expresarme aún.
Tengan paciencia conmigo y en poco tiempo, a medida que madure (y que ustedes me ayuden), lloraré menos y reiré mucho más.
• Por favor tómense el tiempo para descubrir cómo soy, en qué soy diferente a ustedes.
Mírenme atentamente y les diré (con lo que no les diga) las cosas que me calman, consuelan y que me gustan.
• Recuerden que aprendo y que podré soportar los muchos errores naturales que cometerán conmigo.
Mientras todo sea con amor, no me podrán hacer daño.
• Por favor no duden de ustedes mismos ni de mí.
No sé sientan defraudados cuando no sea el bebé perfecto que esperan, ni se decepcionen con ustedes mismos cuando no sientan ser los padres perfectos (créanme, lo son, por algo los he elegido a ustedes).
• Por favor, cuiden su relación. ¿De qué me sirve una familia, si no tengo un vínculo familiar con el cuál identificarme?
• Tengan en cuenta que seré así de pequeño POR MUY POCO TIEMPO, aunque ahora les parezca una eternidad, aunque hoy sientan que puse su vida de cabeza, por favor recuerden que las cosas volverán a su lugar en muy poco tiempo.
Nunca volveré a ser tan pequeño.