Para tu crecimiento

EN BUSCA DEL NIÑO INTERIOR.

abril 29, 2014
EN BUSCA DEL NIÑO INTERIOR

Es necesario no olvidarse de nuestro niño interior, él siempre nos acompaña y lo hace durante toda nuestra vida.

 Él nos regala la sonrisa, nos acerca a la felicidad, nos hace ver el mundo mágico, nos hace sentirnos como en casa, nos hace jugar, fantasear, imaginar, crear, soñar, hace que perdamos el tiempo contemplando la naturaleza o viendo  el rumbo de una hormiga, de una mariposa; disfruta con las olas del mar, con la arena, ¡nos hace ver que la vida es maravillosa!.

 
Sentir nuestro niño interior es reencontrarnos con la ternura. ¿Cuándo fue la última vez que lo atendiste? ¿Cuándo fue la última vez que te permitiste reír a carcajadas como cuándo fuiste niño? ¿Cuál fue la última vez que te detuviste a contemplar la naturaleza como cuándo lo hacías cuándo eras niño?  
 
El niño interior es mágico, guarda la espontaneidad y sinceridad en las emociones, la curiosidad, la libertad, se acerca al mundo con asombro, con libertad, el niño interior no tiene ideas preconcebidas en cuanto a nadie , le gusta experimentar, le encanta examinar las cosas, lo pequeños detalles como el ejemplo que he puesto de la hormiga.
 
Cuando tu niño interior está desatendido, puedes sentirte, fatigado de la vida, pues ya no juegas y la vida es un juego de mociones y sentimientos, puedes estar aburrido, frustrado, apático, y es que tu niño interior desea expresarse. Quizá te hayas vuelto demasiado recto, inflexible y no quieras mostrar tus emociones y las ahogues  en vino, dulces etc..,  casi todas las adicciones se deben a un niño interior reprimido y controlado, quizá  en tu infancia no te dejaron ser quien eras, pero ahora puedes sanarlo e ir en su búsqueda.
 
Canta, ríe, juega, salta, baila, crea, imagina… permítete ser niño, no hay nada malo en ello, libéralo, libérate. Comunícate con él, escúchalo, recobraras la felicidad, el brillo en los ojos y lo más bonito, se te verá su inocencia en tus ojos pues él vive cada día, día a día en tu” ahora” cuando no lo olvidas. Y si hace mucho tiempo que lo olvidaste y no sabes como recuperarlo, ve en busca de una foto de tu infancia mírale; mírate en él, conversa, esto que te digo no es tontería, cuéntale como te ha ido en la vida… haz las paces como cuando las hacías con algún amiguito después de una rabieta y verás lo que ocurre…  No dejes que tu niño interior se desvanezca.
Tomado de la web
Si quieres compartir esta reflexión:

You Might Also Like

  • Anónimo abril 2, 2016 at 12:00 am

    Me encanta tendre mucho que trabajar en este tema.gracias.

  • error: El Tren de la Vida