A NUESTRA NIÑA INTERIOR
Hay que decirle a tu niña interior que llorar no es malo malo, en su lugar abrázala tan fuerte como puedas y llénala de besos todo el tiempo. Dile que la amas y que siempre estarás ahí para ella.
Explícale que su sensibilidad es un regalo de la vida, que sus lágrimas son agua sagrada que sana el dolor y que su sangre de Luna es un mapa diseñado por la Creación para lograr todos los objetivos que sueña.
Deja de obligarla a estar en lugares que no quiera.
Armate de valor y dile que siempre apoyarás sus decisiones porque sus sentimientos importan mucho.
Si se quiere ir dile que tú le ayudas, porque no está sola porque HOY ella te tiene a tí.
Deja de regañarla y en su lugar reconoce su esfuerzo.
Tu autoexigencia se desvanecerá cuando mires sus ojitos con miedo de sentir que no era suficiente.
Sé fuerte y dile con voz dulce que la amas tal y como es.
Toma valor de tu corazón y dile que sientes mucho haber sido tan dura con ella.
Deja de decirle que tiene que ser «productiva» y que descansar es perder el tiempo.
Acompáñala mientras juega, porque tiene derecho a disfrutar la vida y a ser una niña.
Si está cansada, prepara su cama y arrópala para dormir.
Si quiere jugar, respeta su espacio y facilítale que pueda ser creativa. Ya no la llenes de culpa por esto y aquello.
Deja de pedirle que se gane las cosas, dale a manos llenas todo lo que necesita y más.
Hazla sentir que es merecedora de todo lo bonito que tiene la vida, porque merece lo mejor de tí.
~ Créditos a quien corresponda.