EL TREN QUE TE ALEJÓ
Te vi partir y sentí morir pues apenas podía creer que te marchabas sin nada que decir…
Así, sin un adiós y sin poder descifrar tu mirada.
El tren se alejaba, se hacía pequeño y quise correr tras de ti, detener su marcha y gritarte cuánto te quiero pero fue inútil por más que corrí tras de tí.
Te vi alejarte y contigo se alejaban todos mis sueños, todas mis ilusiones se desvanecían una a una mientras el tren iba corriendo.
Me dejaste sólo sin un adiós y con el corazón bañado en llanto, casi muerto de desesperación en la soledad a la que me habías condenado.
Mis lágrimas rodaron, tu nombre se ahogó en un grito desesperado, caí de rodillas al piso maldiciendo ese momento porque sabía que te estaba perdiendo.
Sabía que con tu partida todos mis sueños se estaban muriendo, sabía que no soportaría tu ausencia después de tanto amor que te dí y que aún siento porque tu partida todavía me sigue doliendo.
Olvidarte no puedo, aún me parto cuando alejándote en aquél tren te recuerdo y añoro los días felices que viví a tu lado… Mis ojos aún vierten lágrimas en silencio por el adiós tan inesperado con el que me mataste marchándote lejos.
Aún puedo escuchar el silbido ensordecedor del tren anunciando tu adiós, dejando a mi corazón destrozado suplicándote «No te vayas»…
Y sin embargo te fuiste dejándome triste, sólo y aterrado de saberte lejos.
Aún puedo recordar a ese tren que te alejó sin ninguna explicación, aún sigo muriendo en silencio esperando inútilmente por tu amor, siempre a la misma hora sentado a orillas de aquella vieja estación de tren, donde me hago viejo, donde pasa el tiempo pero nunca…
El tren que te trae de regreso.
Ed Poet
DRA